miércoles, 2 de noviembre de 2016

La que se avecina

Lo que algunos venimos anunciando desde hace años, parece que hasta el FMI y la UE, están llegando a admitir. Y es que lo que se avecina no es crecimiento económico precisamente. Aunque esa exposición sea para ellos novedosas, no lo sería tanto si admitieran que tal situación reflejada es fruto de sus recetas y  que muchos venían advirtiéndolo.

El FMI, en su último informe sobre perspectivas económicas globales, advierte que se están dando signos que reflejan una ralentización aun mayor de la economía internacional en los próximos meses. Éstos se pueden resumir en: un impacto negativo de las políticas fiscales de austeridad, ralentización del comercio internacional y reducido crecimiento de la inversión.

La ralentización del comercio internacional viene provocada por la debilidad en la demanda agregada, bajada de la inversión, tanto pública como privada, incremento del sector terciario superando al secundario en muchos países, establecimiento en los países de origen de muchos procesos productivos, que antes eran derivados internacionalmente y, la última moda de determinados países, la adopción de medidas proteccionistas.

Esto afecta en sobremanera al devenir de la economía española, la cual no nos olvidemos vive en el crecimiento económico, otra cosa es la calidad e igualdad del mismo, gracias a la demanda exterior, es decir, las exportaciones. Las cuales le vienen provocando un envidiable superávit en la Balanza de Pagos. Y todo ello, debido a la chinalización que hemos establecido en nuestro mercado laboral y a los bajos precios de la materias primas, como el petróleo.

Pero la economía española además está expuesta a otros factores de riesgo, como establece el profesor Ontiveros en un artículo reciente, como es que el Banco Central Europeo dejase de comprar el volumen de deuda pública española que viene realizando. Que está manteniendo los niveles actualmente tranquilos de nuestra prima de riesgo. De lo contrario, ésta subiría de forma alarmante. El profesor Ontiveros también nos advierte, sobre las reprimidas pretensiones de la FED de subir los tipos de interés, que sino lo ha hecho ya es por el deterioro de la economía internacional.

Así el crecimiento mundial está plagado de expectativas a la baja. Las soluciones a ello versan sobre actuaciones que venimos  proclamando, algunos “locos” keynesianos, desde el inicio de la crisis, y que empiezan a asumir, por lo que vemos, algunos de los “sensatos” neocon. Como son el incremento de inversión pública que provoque un aumento de la inversión privada, que derive en un aumento del empleo, del consumo y, como consecuencia de todo ello, alcancemos el crecimiento económico. Con la esperanza que se articulen además otro tipo de políticas que hagan que ese crecimiento sea igualitario y estable en el tiempo.


Ya son varios los informes, artículos y discursos del FMI o de algunos de sus representantes, indicando de los efectos negativos, que están teniendo en la economía internacional las políticas de austeridad. Al ser ellos lo que más las predicaron e impusieron, no estaría mal que asumieran no sólo un mea culpa, por las consecuencias que ellas han proporcionado al aumento de la desigualdad, etc…, sino también enarbolaran la defensa de políticas de corte expansivo, con tanto entusiasmo y fortaleza como lo hicieron con las de austeridad, dado que se están demostrando totalmente nefastas.