martes, 21 de julio de 2015

Breve reflexión sobre la situación actual en Grecia

El tema Grecia está siendo un recurrente estable en los medios de comunicación en los últimos tiempos. Y no sólo por su gran crisis financiera y económica, cuya bancarrota depende de los préstamos provenientes de la UE y el FMI, sino por que desde hace unos meses los gobierna un partido político nuevo, generador de grandes esperanzas en sus país, que ha plantado cara a la UE y a su Troika, en las negociaciones de las nuevas económicas a aplicar en Grecia para que le sigan llegando préstamos que doten al Estado de liquidez. Pero que al final no ha logrado nada de lo prometido.


Negociaciones que se han llevado a la extenuación, con gravísimos errores por ambas partes. Los órdagos realizados por el gobierno griego denotan inexperiencia y infravaloración del adversario y de la situación de Grecia. Y la tozudez de Europa, con el Ministro de Economía alemán, el Sr. Wolfgang Schäuble, a la cabeza, demuestran poca preocupación por las consecuencias tanto para la Unión Europea como para Grecia.

Bajo mi punto de vista, parece más una pelea de patio de colegio, que una negociación seria entre estadistas responsables. Intuyo que a la fuerza y al poder de la Diplomacia, que tantos frutos ha dado y sigue dando, veamos el caso de EEUU y Cuba, se la ha apartado de tal forma que no ha aparecido y si ha estado nadie la ha visto o no la ha querido ver.

Estoy totalmente de acuerdo con que Grecia necesita de profundas reformas. Su sistema fiscal es un absoluto caos y totalmente ineficiente, su sector público esta sobredimensionado,  su sector industrial inexistente, la deuda pública asciende al 177% del PIB y posee altos niveles de corrupción.



Pero, si aquí y ahora nos situamos en un punto totalmente egoísta y nos preocupamos desde la UE y el FMI sólo en recuperar el dinero prestado a Grecia, es totalmente de locos las medidas impuestas y que el nuevo gobierno se ha visto obligado a aceptar, aunque en un referéndum de días anteriores el pueblo griego dijera “No”, apoyado por el partido en el Gobierno y éste mismo, a medidas aun más laxas que, al final, las que tuvo que aceptar Tsipras. Y aun más de locos es si pensamos en la recuperación económica de Grecia y su estabilidad política, y ojo a ésta última porque nos debería preocupar.

Ese paquete de medidas basadas en las políticas de austeridad, tan del gusto de la señora Merckel, va a provocar por terminar de matar al enfermo. O realizamos políticas de reforma junto con políticas de crecimiento que haga que Grecia crezca económicamente o no conseguiremos nada. Ya se ha perdido mucho dinero en políticas de austeridad en Grecia y la situación, sigue como sigue, al borde del abismo. Es hora de que parte de ese dinero se de por perdido, la famosa quita, y que se realicen políticas de estímulo de la economía.

El problema al que nos enfrentamos en Europa y en Grecia no sólo es de índole económica sino también de índole social. Cuando una sociedad esta asfixiada, sometida y oprimida; siempre va a tratar de encontrar una solución, de eso no nos cabe duda, pero la historia nos enseña que esas soluciones no siempre han llevado a buen puerto. Y los alemanes lo saben mejor que nadie. Por eso ruego lean el libro de Sir John M. Keynes, “Las consecuencias económicas de la Paz”, escrito en el año 1919. Este afamado economista, fue el representante británico en las negociaciones del “Tratado de Versalles”(1919). En este libro advierte de las desastrosas consecuencias que dicho tratado tendría para la economía alemana y la economía mundial. Además de no equivocarse, esas consecuencias nefastas para Alemania fueron el germen del Tercer Reich.



Por todo ello, sin exculpar a Grecia de culpa alguna tanto en el origen, como en la terminación de esta crisis y su proceso, se debe reflexionar sobre si el camino elegido por ambas partes es el más correcto. O ¿si no sería mejor una quita de deuda, dado que es totalmente impagable, y una aplicación de medidas económicas de reforma y de crecimiento, que provoque un crecimiento económico en Grecia, ya que está es la única forma que de que los acreedores recuperen su dinero y que ésta salga del pozo en el que anda hundida?.