Lo
que algunos venimos anunciando desde hace años, parece que hasta el FMI y la
UE, están llegando a admitir. Y es que lo que se avecina no es crecimiento
económico precisamente. Aunque esa exposición sea para ellos novedosas, no lo
sería tanto si admitieran que tal situación reflejada es fruto de sus recetas y
que muchos venían advirtiéndolo.
El
FMI, en su último informe sobre perspectivas económicas globales, advierte que
se están dando signos que reflejan una ralentización aun mayor de la economía internacional
en los próximos meses. Éstos se pueden resumir en: un impacto negativo de las
políticas fiscales de austeridad, ralentización del comercio internacional y
reducido crecimiento de la inversión.
La ralentización del comercio internacional viene provocada por la debilidad en la
demanda agregada, bajada de la inversión, tanto pública como privada,
incremento del sector terciario superando al secundario en muchos países,
establecimiento en los países de origen de muchos procesos productivos, que
antes eran derivados internacionalmente y, la última moda de determinados
países, la adopción de medidas proteccionistas.
Esto
afecta en sobremanera al devenir de la economía española, la cual no nos
olvidemos vive en el crecimiento económico, otra cosa es la calidad e igualdad
del mismo, gracias a la demanda exterior, es decir, las exportaciones. Las
cuales le vienen provocando un envidiable superávit en la Balanza de Pagos. Y
todo ello, debido a la chinalización que hemos establecido en nuestro mercado
laboral y a los bajos precios de la materias primas, como el petróleo.
Pero
la economía española además está expuesta a otros factores de riesgo, como
establece el profesor Ontiveros en un artículo reciente, como es que el Banco
Central Europeo dejase de comprar el volumen de deuda pública española que
viene realizando. Que está manteniendo los niveles actualmente tranquilos de
nuestra prima de riesgo. De lo contrario, ésta subiría de forma alarmante. El
profesor Ontiveros también nos advierte, sobre las reprimidas pretensiones de
la FED de subir los tipos de interés, que sino lo ha hecho ya es por el
deterioro de la economía internacional.
Así
el crecimiento mundial está plagado de expectativas a la baja. Las soluciones a
ello versan sobre actuaciones que venimos proclamando, algunos “locos” keynesianos,
desde el inicio de la crisis, y que empiezan a asumir, por lo que vemos,
algunos de los “sensatos” neocon. Como son el incremento de inversión pública
que provoque un aumento de la inversión privada, que derive en un aumento del
empleo, del consumo y, como consecuencia de todo ello, alcancemos el
crecimiento económico. Con la esperanza que se articulen además otro tipo de
políticas que hagan que ese crecimiento sea igualitario y estable en el tiempo.
Ya
son varios los informes, artículos y discursos del FMI o de algunos de sus
representantes, indicando de los efectos negativos, que están teniendo en la
economía internacional las políticas de austeridad. Al ser ellos lo que más
las predicaron e impusieron, no estaría mal que asumieran no sólo un mea culpa,
por las consecuencias que ellas han proporcionado al aumento de la desigualdad,
etc…, sino también enarbolaran la defensa de políticas de corte expansivo, con
tanto entusiasmo y fortaleza como lo hicieron con las de austeridad, dado que
se están demostrando totalmente nefastas.
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